domingo, 6 de mayo de 2018

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL DRAG

Amiguis! Hice un video bien bonito con Cultura Colectiva 😍
Es algo como mi manifiesto de ser uno mismo en el amor jaja
Quisiera enseñarles EL GUIÓN COMPLETO a la vez que le dan Play. Los amo!


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¡Hola amigos de Cultura Colectiva! Mi nombre es Marte Rex, soy la ganadora de la Carrera Drag de la CDMX en su sexta temporada, y en este video además de que me acompañarán mientras me draggeo les contaré mi experiencia sobre cómo son las relaciones y encontrar el amor para una Drag Queen.
Primero que nada el universo de posibilidades y opciones que tenemos no es tan amplio como en el mundo heterosexual, algunas estadísticas calculan que la comunidad LGBT+ representa sólo del 3 al 10% de la población. Y todavía hay que pensar que muchos gays piensan como ese meme que dice “Soy hombre, me gustan los hombres, me visto y me comporto como hombre; si quisiera una mujer andaría con una mujer”. ¡Ay qué pesadez!
Esta expresión de género de verdad sí es un gran filtro que hace que quien está en nuestra vida, sea alguien interesante. Alguna mujer podría sentir que no importa si su novio es machista, ignorante o prejuicioso, porque igual es amada y con ella es bueno; sin embargo las Drag Queens podemos estar seguras de que quien está con nosotros, al menos una mente más abierta y libre, sí tiene.
El hecho es que para que podamos tener una buena relación, nuestra pareja tendría que aceptarnos al 100%, con todas nuestras facetas, porque nunca dejamos de ser nosotros, ni modo que a veces nos ame y a veces no. Tiene que estar consciente de cómo somos, de nuestras motivaciones: que nos conozca. Les cuento una pequeña anécdota: estaba como Drag en una fiesta y me ligó un chavo, me decía que le encantaba, pero en un momento me sentí cansado y fui al baño adesdraggearme, cuando volví me preguntó “¿por qué te cambiaste?” y le dije “pues ya me había cansado”, y él “Ah va”, pero a partir de ahí dejó de hacerme caso, y cuando vi ¡ya estaba ligando a otra draga!
Eso nos pasa seguido, ser el fetiche, ¡ay, qué difícil es ser un símbolo sexual! La verdad es que es divertido despertar la curiosidad; sin embargo llega un momento en el que desearías que estuvieran contigo por quien tú eres, estés en Drag o no. Seguido me dicen “Me gustas más de hombre que de drag”, yo les digo que no son complacencias. Lo importante es cómo te gustas tú mismo; ¡y yo me gusto como sea! Si no te gusta la totalidad de mi ser, entonces no me gusta gustarte.
Como es común que las mentes abiertas se atraigan entre sí, algo que suele suceder son las relaciones entre Drag Queens, incluso al sexo entre ellas le decimos “Kai Kai”. Una vez yo...
Pero todo sería más fácil si las personas se fijaran más en la calidad humana, los valores, los principios y en cómo congenian las personalidades; en vez de darle todo el peso a la expresión de género, la identidad o hasta la preferencia y prácticas sexuales. Quizá estoy siendo muy idealista.
La sociedad se incomoda cuando ve a un hombre en tacones porque ya olvidó que los hombres usaban tacones desde el siglo XV en la corte real y para equitación; ni se diga del maquillaje y el cabello largo en muchas civilizaciones. Me gustaría estar con alguien que no repitiera como un eco el pensamiento social lleno de estigmas que pretende dictar qué es normal en la actualidad, cuando absolutamente todo en cuanto a usos y costumbres es arbitrario, una convención social a la que todos se aferran con miedo, y que defienden con odio.
La verdad es que para todas nosotras tener pareja podría ser tan fácil como no draggearnos y tan tán, vernos normales y guapos, muchos dirían “Así sí! vente pa’ acá”. Pero resulta que el Arte y la Expresión en el Drag son tan apasionantes, que decidimos pagar el precio; poder ser uno mismo lo vale. Bueno, quizá sí haya Queens que por el marido dejen de transformarse, pero pobres mujeres; yo antes sola que homonormada. Si no me reprimo yo cómo voy a dejarme reprimir por alguien más. Pero cada quién. Es así; simplemente debemos tener paciencia, defender nuestros ideales y no perder la fe; seguir trabajando en nuestro interior como cualquier persona.
Pues ya que quedé perrísima, gracias por ver, comentar y compartir este video, y a Cultura Colectiva por la oportunidad; los espero en mis redes sociales, “Marte Rex” en todas. Y recuerden que para tener algo con nosotras no sólo necesitan no tener pedos con nuestras ondas; sino más importante, que nosotras también queramos. ¡Kisses!

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