¿A cuántos años luz se encuentra el reflejo de esta máquina, también llamado Vía Láctea, con otro planeta de guerra?
Tras cada rotación lo medito,
que no puedo ser el único cubierto de sangre,
que hay en quien arde una idéntica ausencia
y también sin objeto le da vueltas al Sol,
como si la existencia fuera un engrane que por la inercia nos traslada.
Colérico Marte,
compartes mi nombre,
el fuego,
e infierno.
Hay dos niveles de anhelo,
querer lo posible
y la noción irrealizable.
Marte, eres el deseo que mantendrá latiendo mi centro
Marte, eres el deseo que mantendrá latiendo mi centro
cuando al fin choque con Saturno.
¿Qué podría pasar si quedo sin batalla alguna,
sin el objetivo al frente,
ni una nación por conquistar?
Necesito cúspides para posar la mirada,
de estacionarme en la Victoria
mis ojos terminarían de tanto mirarla adormecidos.
Mejor invento desde hoy el amor por lo imposible;
no puedo más que tener en mente
al espejo que quizá es sólo un vidrio,
al cuerpo que tal vez no gira,
la ilusión de que tengo un gemelo.
Frente a ti, Cereza,
me toparé con mi imagen,
aunque no como Narciso,
no amaré a un Marte de vidrio
o a un tembloroso reflejo líquido.
Con manos que reconoceré como mías
me abrasarás como lo haré contigo.
Marte,
escucharé de ti mi nombre
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