Con las innovaciones que ha vivido el arte en las últimas décadas era de esperarse que también nos sorprendieran esas esculturas y obras a gran escala que los artistas realizan para intervenir el espacio; por escultura ya no debemos esperar lo típico: una piedra pulida de grandes dimensiones o estructuras de metal fijas; ahora vemos los objetos más raros interviniendo diferentes locaciones de la ciudad, el campo o hasta el mar.
A continuación mencionaremos algunas de estas obras a gran escala que han tenido mucho eco a nivel mundial por las reacciones que han provocado en quienes se las topan de frente o las ven en alguna postal; sin duda son el pretexto ideal para una selfie:
1. Rubber Duck, del holandés Florentijn Hofman
Este gigante "pato de goma", que en realidad es un inflable, simula ser el típico juguete de la tina de baño. Mide 18 metros de altura y debutó en el puerto de Victoria en Hong Kong el 2 de mayo de 2013, desde entonces ha realizado un tour por costas de China, Sydney e Inglaterra. Su autor afirma que es un llamado a tomar conciencia de que el océano es como nuestra bañera, por lo tanto debemos cuidarlo y mantenerlo limpio, ya que nadie querría bañarse en suciedad.
2. El hiperrealismo del australiano Ron Mueck
Estar frente a las obras de este artista es sentirte pequeño y recordar que somos diminutos en un gran universo. Ron Mueck utiliza silicona y acrílico para crear estas esculturas humanas a gran detalle con expresiones muy sensibles y humanas, es como ver gigantes en su entorno cotidiano y a la vez mirarnos a nosotros mismos a través de ellos. Una de sus obras más estridentes fue una de menor escala llamada "Dead dad", que representaba el cadáver de su padre; y una de sus más célebres es la escultura "Boy", de 5 metros de altura.
3. Las heces colosales del estadounidense Paul McCarthy
Como cuando vas caminando o en tu bicicleta, y TRAZ, ¡ya te embarraste un mojón en la suela o en tu llanta! Todas las obras de Paul McCarthy siempre terminan sonrojando al público, sus temas son obscenos, escatológicos o simplemente incómodos, pues nos refleja del lado más humano de los humanos, algo que aunque no queramos ver está ahí, incluso ha usado fluidos corporales para sus obras; aún así siempre tienen una carga de humor que nos hace sonreír.
Esta obra llamada "Complejo Mier..." la presentó en el jardín del Centro de Arte Moderno Paul Klee, en Berna, Suiza, con la mala suerte de que una tormenta con viento la hizo volar y derribar un cable de luz, romper los cristales de una vivienda, de un invernadero y aterrizar en el patio de una escuela. Literalmente llovió mier...
4. Bajándole el cierre a espacios públicos, por el japonés Jun Kitagawa
Este tipo de instalación tan sencilla ha provocado muchas sonrisas en todos los sitios públicos de Japón que ha intervenido con ella; pone cremayeras, braguetas o cierres en 2D o 3D en donde se le ocurra, muros, pavimentos, hasta en el agua; y es como si desabrochara el espacio para hacer emerger alguna realidad nueva, o como si se quisiera ocultar algo, de cualquier manera un cierre supone un cambio, ya sea abrir o cerrar, y la verdad es que tiene su toque cómico.
En el siguiente video verás ¡cómo le bajó el cierre al mismo mar!, usando una lancha de motor con forma de cierre:
5. ¡Los juguetes gigantes!, del argentino Fernando Livschitz
Cuando pensamos que nuestro mundo de grandes ya no da cabida a los juegos y las risas, llegan juguetes aún más grandes que nosotros para cobrar su espacio en nuestro mundo. Es lo que sucedió en las calles de Buenos Aires: decenas de juguetes de cuerda salieron a las calles, y la gente reaccionó de lo más normal, ya que están súper acostumbrados a la magia y a ver juguetes en la calle...
Tristemente esta instalación de esculturas robóticas y con movimiento aún no es vista en nuestras ciudades, sino se trata de uno de los videos que este artista realiza con Black Sheep Films; sin embargo quisiéramos que fueran reales, sería como un carnaval cotidiano.
6. "Giant RedBall", del neoyorquino Kurt Perschke
"Cuando la luna se pone re grandota como una pelotota y alumbra el callejón" es porque Kurt Perschke ha sido invitado a realizar su proyecto "RedBall" en 20 sitios de la Gran Bretaña. Esta instalación planta en espacios urbanos una gran bola inflable de color rojo, algo que llena de alegría a los habitantes que se encuentran con ella. En palabras de Perschke, la experiencia es "un catalizador para nuevos encuentros dentro de lo cotidiano. A través de la naturaleza magnética, juguetonan y carismática de la RedBall la obra es capaz de acceder a la imaginación de todos nosotros generándoles experiencias; el expectador se vuelve un participante en el acto de la imaginación".
Lo grande podrá doler, pero ¡siempre te dejará boquiabierto!
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