miércoles, 14 de septiembre de 2016

SUEÑO



Creen que por considerarte mi Sol exagero, 
sabemos que no te conozco ni hablo siquiera,                   
mas me encuentro fijo en tus ojos, labios, cabello                                
desde hace tiempo. Tal vez pierdo al idealizarte;                                  
me parece un misterio cada pulgada de piel.

Mis suspiros nacen de la nada y ahí mueren,
decide si cesan o te vuelves su destino. 
Al acostarme anoche imaginé lo perfecto                                                
que podría ser hoy si ocurrieran mis anhelos,
miraba hacia el cielo cuando me quedé dormido. 

Entonces ahí, tras nubes,                                          
hallé una rosa, tu  boca                       
que bastante había ansiado                                        
sentir cerca, se extendió,                                  
para así tener mis labios;
de lo que esta unión produjo                                     
vi nacer al universo,                                                 
y ahí me desvanecí. 


Luego volví en otro cuadro,                        
miré que eras una estrella,
tu resplandor me cegó                                  
al querer acariciarte,
¿Por qué no recuerdo el resto?

Con  espontaneidad, violencia de relámpagos, 
hoy mis ojos se posesionan de tu figura.
A unos pasos de distancia, busco tus pupilas
mientras ruego que voltees, y aterricen sobre mí

las estrellas de tu mirada devastadora; 
son ellas quienes proyectan fulgor a la mía.

Si un segundo nos fundimos en el roce visual,
seguro mi carne erizada se hunde en la gloria.
Anhelo sientas la mínima parte del ardor
en mi pecho y una vez me sonrías, 
expuesto quedaría si lo haces, estático.

Sé qué he perseguido, desde aquella visión

me dejaste cautivado con sólo ser idea,
contigo enfrente perseguía que fuera real. 
Por eso dime si sabes qué pasa después, 

¿Has soñado con la otra mitad de aquel sueño?




jueves, 1 de septiembre de 2016

MORTECNIA


















           I

AL ESTABLECER un final
para tres años de muerte
morirá la muerte misma.
     Liquido la fantasía,
luego ahorco la memoria,
al final, en la conciencia
no me atormentará el crimen.
     Cae el dejo de esperanza,
la espera dejo, en espera
de que me deje este páramo.


          II

CON ALMA fría sepulto
las llaves del firmamento
y me distancio desnudo.
     Arduamente me domino
por callejones de hielo
entre ángulos de navajas.
     Mientras ando me prometo
(nunca de vuelta la frente)
no volver y no volverme,
pues con la mirada el cuerpo.




         III

AL TERMINAR el transcurso
un silencio me acaricia,
vierte oleadas de veneno
en mi interior, sobre un niño
que en cada parte de Venus
me contaba de un futuro.
     Siento decirle: -Te amo.
     Respondo con entusiasmo,
lo cree, yo mismo lo creo...
su sonrisa ya me irrita.


          IV

VIENE EL TREN, quedan segundos.
     Los alfileres del aire
clávanse en mi alma que es viento;
poco puedo contra el filo
de las vías que succionan
y algo de mi ser reclaman.
     El rostro del niño interno
se transforma al escucharme:
     -Mi sonrisa es porque sé
que no te veré de nuevo.
















          
         V

VA LLEGANDO el tren. Me alienta
el terror en sus pupilas:
contra su espalda mi mano
y atravesando mis labios,
una carcajada herida.
     Escucho bien el acero,
silbido, motor y engranes,
mas he alejado sus gritos
y aún los míos rechaza
aquel oído inmutable.




          VI

SE DESDOBLA su sonrisa
en la fricción de los rieles;
ahora estallan sus ojos
para no hablar de paisajes
cuando veo el matadero;
sus brazos ya no darán
calor a esta miseria.
     La vitalidad se fue
al destruir mi interior,
sin embargo aún respiro.


          VII

AL EMPRENDER el regreso
viene una voz tras de mí,
creo intenta confundirme;
que todo tiene remedio,
que tengo el perdón del niño..
     Si acaso lo resucito
y la esperanza regresa,
no sería más que un
animal sin voluntad;
prefiero quedar vacío.




   
       VIII

CUANDO ME he dividido
y es sólo el cuerpo el que avanza
descubro que mi cerebro
es por sí sólo razón.
     ¿Pero qué sentido lleva
el acto sin sentimiento?
Sin alma soy inhumano,
como máquina o vegetal;
y me la quise arrancar
pues ella cargaba el daño.


          IX

INCONSCIENTEMENTE en casa,
cierro la puerta, enciérrame
sensación de no sentir;
y los pasillos larguísimos,
mobiliario, todo inerte.
     Como negando su fin,
imagino que mi alma
aún ahora me acompaña,
sólo es viento en la ventana,
no la veré entrar en mí.






         X

SALGO ANHELANDO encontrarla,
volver a mi estado humano;
llego a las vías del tren, 
lugar donde fui vaciado,
pero ya no está mi esencia,
fuera del cuerpo no existe,
al separarnos fue nada,
me hallo entre objetos objeto,
huelo mi putrefacción.
     La muerte por fin completa.





domingo, 28 de agosto de 2016

ASTRONAUTA



Transformé los arcoíris
en agujeros negros. 
Pero es que quisiera tener pupilas 
que se dilataran ante auroras boreales 
de nueve planetas, 
simultáneamente

¿No fue natural que el frío de Plutón, 
como en Mercurio la asfixia, 
me colmaran

¿Debía imprimir en mi casco el nombre de Júpiter, 
si ya en el cielo, 
como un sol, 
me seducía Saturno? 

Nueve planetas giran enloquecidos por mi despegue, 
pero soy astronauta por siempre
Yo no les pedí cambiar 
su volumen, peso y temperatura, 
¿por qué me pedían residencia eterna
sepultura bajo su superficie? 

En el futuro sólo podré explorar otra galaxia, 
de esta estoy exiliado
Recordaré los volcanes de Marte, 
y los anillos de aquel gigante, 
los sonidos de la Tierra; 
merezco morir de nostalgia 
y es mi obligación olvidarlo todo
pues no valoré la feliz estancia.

La culpa está en no abandonar mi cohete. 

Todos quedaron deseando 
que en el transcurso una explosión me desintegre, 
pero yo sólo recuerdo
de las nueve circunferencias, 
los nueve cielos. 




viernes, 26 de agosto de 2016

AMOR PLATÓNICO ♥⚡ en 5 momentos


I

Una hoja que pisé crujió y cantó tres notas,
la levanté,
en mi mano la cambié a polvo, 
estiré el brazo y la espolvoreé.

Otra que apenas des 
       
                                cen

                                         

me tocó la car                            a
y la dejé aterrizar en mi           pie.

Estas hojas no te conocen,
jamás te han alfombrado los pasos,
pero de ti están llenas.

Cubren al entorno de             pigmentos,
ignoran que igual a mí, de     recuerdos.




II

Torbellinos de viento seco laceran mi pecho:


-Vives en un lugar por ti creado:
Viento, hojas, 
es todo lo que tienes.

Pensamientos infecundos con carácter de voz externa, desabridos, confunden mis ideas, voluntad perdida…

-No sientas nada, espera a mañana, 
intenta ver un árbol y pensar sólo en eso, 
que no te evoque a alguien que ningún vínculo real tiene consigo. 

Una tormenta interna, los árboles con su silencio pretenden compartirme serenidad, mientras sonrío hacia mí mismo. ¡Tan inocentes!, creen que con darme ánimos me levantaré para intentar tocar al Sol.
No caminaré aunque el sendero se dibuje solo.

Que los árboles dejen de ser hipócritas y no cubran al cielo, pues quiero gritarle, exigirle me diga los motivos que tuvo para contemplar mis latidos sin preocuparse en despertarme.



III

-¿Pretendes salir de tu planeta inventado? Y… ¿A dónde vas a ir?

 Harás las cosas sólo por hacerlas, ahora las haces porque estás motivado, por eso aún vives. 

 No tires  tus ilusiones, si ves que de nada sirven, busca otras, pero sólo hasta entonces te vas de aquí.

 Después intenta vivir en los dos lugares, pero ten en cuenta que tendrás que despedirte de este.

 Todavía no, espera a mañana para que valores si alguna posibilidad tienes de existir en el plano que creaste.


IV

Callaré mis palabras así deba gritarlas, al final no escuchaste lo que absorbió la luz del día. Dejaré de encontrar tu presencia en el espacio, de edificar altares al escribirte, aunque tenga inspiración, ideas o figuras: resulta inútil si nada te hago sentir.

Abandonaré el rincón en el cual soñaba, sin lamentarme por la realidad en la que no eres quien había imaginado.

Pero iré por ti, quiero tenerte, no escribirte; la poesía que has originado se hará corpórea para que la vivamos, no volveré a hacer más si antes no he logrado que dejes tu vida en desvelos por querer invocarme, y sientas esta misma desesperación de no poseerte aún.



V

¿Cómo no voy a sentir tanta ira? 

Escuché que lo más importante de la vida es el presente, en la mía tú lo tienes lleno y, aun así, me das un abrazo seco.

No existe claridad muda en esta historia, pero sé lo que busco, quiero saber si puede ser real y no tengo miedo.

Por tanto tiempo he recibido tus miradas, recogido tus pistas, una contradice a otra, al final concluyo que debo decirte todo, la respuesta no vendrá de otro lugar sino de tu boca.

Sólo te permito elegir entre dos opciones por completo polarizadas: 


Sí / No

Pero necesito que sea ya.




jueves, 11 de agosto de 2016

Para no resignarme a que el Sol se derritió


Sólo ahora que te espero 
el silencio es respirable.
En mi vida polar 
la posibilidad se presenta también oscura, 
pero de sólo sentirla 
la imaginación elabora la luz.  

Aunque después me sienta más desolado 
y sepa que mi sangre estará siempre cristalizada, 
escondo mi certidumbre de muerte 
pues inventar la esperanza desaburre la eternidad. 

¡Aún puedo olvidar 
que la imaginación y la esperanza 
son dos negros planetas inhabitables!  


Fotos de La Taquería.

martes, 26 de julio de 2016

UNICORNIO


Los otros sólo ven una cascada, 
distinguen el agua del cielo, 
van mirando el suelo.

De pie delante de esta torre azul, 
no es oscura su sombra de reflejos y brillos; 
frente a la torre que se deshace sin fin 
y permanece erguida 
sobre su base de nubes 
de espuma y ruido.

Siento en los pies las piedras blancas, 
la furia del río; 
entero mi tacto se enfría en brizna, 
que lleva gotas, 
que llevan estrellas 
que mis poros capturan.

Hay en la cascada una escalera de todo color, 
me subo, 
sobre el arcoíris me asomo a los lados, 
la base algodonosa de la torre a mis ojos se reduce.


Casi antes de cruzar el ozono 
el arcoíris me deja en la ventana de la torre, 
entro a una habitación de piedra oscura, 
a la gruta que guarda una noche; 
dentro no hay cuerpos celestes, 
la única luz se filtra por la ventana 
de cortinas de agua.


Detrás de la cascada estoy en un cielo negro 
hasta que de lo más profundo me parece ver que sale la luna. 
No es el astro con dos cuernos, 
pero brilla igual; 
se acerca ese ser a mí, 
un cuerno corona su mirada boreal. 


Siento su pelaje, 
lo abrazo y le toco el cuerno dorado. 
Unicornio, te anhelo en mi anhelo
le digo y me analiza.

Blanco. 
El unicornio de luz y nieve 
se desboca 
y su blancura salvaje resuena en la gruta. 
Su cuerno atraviesa mi corazón, 
huye mi sangre 
y de la existencia no me vuelvo a enterar.







jueves, 7 de julio de 2016

MARTE



¿A cuántos años luz se encuentra el reflejo de esta máquina, también llamado Vía Láctea, con otro planeta de guerra? 

Tras cada rotación lo medito, 
que no puedo ser el único cubierto de sangre, 
que hay en quien arde una idéntica ausencia 
y también sin objeto le da vueltas al Sol, 
como si la existencia fuera un engrane que por la inercia nos traslada. 
Colérico Marte, 
compartes mi nombre, 
el fuego, 
e infierno

Hay dos niveles de anhelo, 
querer lo posible 
y la noción irrealizable. 

Marte, eres el deseo que mantendrá latiendo mi centro 
cuando al fin choque con Saturno

¿Qué podría pasar si quedo sin batalla alguna, 
sin el objetivo al frente, 
ni una nación por conquistar? 

Necesito cúspides para posar la mirada, 
de estacionarme en la Victoria 
mis ojos terminarían de tanto mirarla adormecidos. 

Mejor invento desde hoy el amor por lo imposible
no puedo más que tener en mente 
al espejo que quizá es sólo un vidrio, 
al cuerpo que tal vez no gira, 
la ilusión de que tengo un gemelo. 

Frente a ti, Cereza
me toparé con mi imagen, 
aunque no como Narciso, 
no amaré a un Marte de vidrio 
o a un tembloroso reflejo líquido. 

Con manos que reconoceré como mías 
me abrasarás como lo haré contigo.
Marte,
escucharé de ti mi nombre 
y lo repetiré llamándote





martes, 5 de julio de 2016

ERITROAMOR

I 



Desde que me desprendí de la Tierra,
ninguna atmósfera me cubre, 
he olvidado los calidoscopios que el amanecer revolvía en aquel cielo de burbuja, 
las nubes ya no me ensombrecen con su plata sólida. 



Bebo del sol el brillo directamente,
en los vértices de mi corteza la luz despunta con halos giratorios. 



Soy un astro de diamante sin órbita y libre, 
no circundo a un planeta, 
monótono y ausente.  

La imaginación me conduce por el espiral creativo, 
me baño en nebulosas de antigüedad mineral, 
y dejo un trazo permanente en los espacios vacíos que duermen entre las estrellas. 
Si siguiera una línea, esa sólo podría ser la pasión.  

¡Cuánto soy de este tiempo en que miro al universo sin velos de ozono! 





II 

Como cuando yo era el polo de diamante 
y acostado en la Tierra observaba el alba de fuego, 
mi cielo ahora inexistente 
de pronto agita tales plumas, 
que dijera "ocaso" o "amanecer"
"el valle de los incendios"

Pero cielo no es, 
corteza, 
un sólido, 
relieves firmes, 
gas no: 


Marte me quiere su luna y su lecho gravital elijo.                         


Flotaré circundando un amanecer de roca, 
el ocaso esférico, 
aurora boreal planeta. 


¡Cuánto amo este tiempo en que miro al universo bajo la influencia de Marte!  

Eritro: Rojo "Amor al Rojo" ❣ Una metáfora sobre saber ser Soltero, y saber tener Pareja! Pero también significa para mí el camino para encontrar un estilo como creativo, primero conoces, pero debes desprenderte de ello en algún momento e inventarte a ti mismo.

jueves, 30 de junio de 2016

NO PUEDO SER OTRO PLANETA



Vete Astronauta, yo haría lo mismo si tuviera también un traje acolchonado y un casco semejante a un satélite; tal como luces mientas te desplazas semi-flotando hacia tu cohete estacionado en mi Olympus Mons, la cumbre más alta de toda la Vía Láctea (si por algo me gozo es por tener monumentos así en mi existencia.

-Olympus Mons-
Me enorgullezco de ello, no hay iguales en ningún rincón al que puedas dirigirte. Vas de regreso a la Tierra, su monte Éverest no es ni la tercera parte de mi Olympus Mons, y tengo además la Hellas Planitia, el Valles Marineris; ahí está mi consuelo, estoy y soy orgulloso, lo sabes. Yo puedo solo con el futuro). 

…Ah, no obstante, si yo fuera también un astronauta, me iría igual; pero soy Marte, el planeta de la guerra y no puedo sino permanecer en mí, pues además de todo, soy egoísta, rencoroso y los impulsos de mi materia alcanzan a nublar mi atmósfera. 

Entiendo que quieras volver a la Tierra, sí; jamás lo sabrá nadie, pero la envidia me provoca levantar tolvaneras. Me imagino si yo fuera como ella, o como tú, y pudiera encontrar una afinidad así, ser de tal manera que algún cuerpo celeste anhelara ser mi satélite y halláramos tal sincronía de ritmos rotativos y traslativos. 

-Hellas Planitia-
Astronauta, márchate sin mirarme, no eres el primer habitante de la Tierra que se va de mí con la misma sensación de escarmiento. Yo nunca he tenido climas tropicales, no estoy cubierto del coral, de manto acuífero vibrante de olas, de animales como juguetes musicales, de hojas de color rojo, verde y marrón. Despega de mí porque yo nunca dejaré de ser frío, a veces helado, sísmico, impenetrable como los metales. 

No te lo diré, ya que me abandonas, y eso en mi Ley es un delito de muerte; además soy orgulloso como ya mencioné, no cambiaré mis condiciones geológicas, sobretodo porque es imposible, como lo son la mayor parte de los sucesos hermosos en mi destino de esfera. No te lo diré, pues soy un guerrero batido, pero en realidad celebro el viaje que comenzarás ahora que los sistemas de tu cohete arranquen; de hecho cuando dejes sobre mí la ráfaga incendiada de tu nave, festejaré tiñendo mis cielos en todos sus estratos de un tono diferente de la gama de rojos, anaranjados y amarillos; lo haré con la euforia que me da la conciencia de que volverás a la dicha terrestre. 

-Valles Marineris-


Pero no vuelvas la vista sobre mí o sobre mis lunas Fobos y Deimos, tampoco me extrañes, ni pretendas venir después, entonces mi atmósfera será ya ultra-electrizada y te pulverizaré,
-Fobos y Deimos-
así como tu amada Tierra desintegra con su capa de ozono a los asteroides que se le acercan; te lo advierto, lo juro, y te amenazo con iniciar una guerra si claudicas.  

Deja que en mi vacuidad me alegre de que mi Astronauta predilecto podrá alcanzar la vida estable y elísea como si por primera vez fuera a entrar en contacto con ella. 

martes, 21 de junio de 2016

NEPTUNO



Ya de ti una vez me fui con vértigo de más universo; pero al extrañarte volví, volví algunos días para descubrir que quería irme otra vez. 

Y te hice temblar, Neptuno, en repetidas ocasiones lo hice. Me engañé con mi nostalgia y te engañé también. Hoy paso cerca de ti, oculto, te miro con tu serenidad azul, ¿podría hacerte temblar otra vez pensando sólo en el presente

No lo pretendo, pero extraño tus vapores y neblinas azules, que me hacían alucinar con junglas y flores de viento semejantes a rehiletes; te recorría acostado sobre bajas nubes como si fueran alfombras voladoras y desde ellas arrancaba blue berries de arbustos color agua que creabas con ilusiones ópticas sólo para mis ojos; eras también aquella perla con el océano dentro, como planeta de mar sin orillas.

Supe de la región sólida bajo tu masa gaseosa; de ese centro de diamante que con mis manos conocí. Fuiste mi montaña rusa, sobre tus rieles en el tren del juego sólo hubo un asiento, nunca quisiste más población que yo; fuimos la unidad habitante-planeta. Tu clima tenía la temperatura de mi piel. 



Después de dármelo todo, era inimaginable que de pronto me fuera.  

Para mí pensaste una pirámide, desde lo alto te sugería las formas y todo lo que deseaba lo presentabas ante mí, elaborado con viento, con la geometría de los huracanes; fuiste el escenario de mi imaginación.  



Qué calor el de nuestro tiempo, parece más cálido al visualizarlo desde fuera. Típico es, tal vez, no valorar el presente; irracional fuera no sentir nostalgia ahora. 

El día de mi despegue: imagen triste, la más triste, sin embargo no me conmovió. Comenzaba mi radiante viaje, volteé sin detenerme, te vi con tu dignidad de planeta, con tu rotación ininterrumpida, azul como el llanto, diminuto luego como una lágrima, reducido cada vez más para mis ojos mientras otros cuerpos, con mi proximidad, aumentaban su volumen. 

Lejos de ti, qué extraño, no dejaba de repetir en los vuelos los giros que me enseñaste.
¿Lejos de ti? 
No lo pensaba, lejos de nada, a donde yo iba llevaba el centro del universo, sólo mi futuro me ocupaba. A ningún lugar pertenecía ya, a ningún lugar pertenezco; lejos de nada, pero sin cercanías.



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