miércoles, 13 de mayo de 2015

10 consejos prácticos para apreciar "arte contemporáneo"

El arte contemporáneo divide opiniones y ha llegado a ser un tema tan delicado como la política o la religión, pues mientras unos se aferran al arte clásico, con sus técnicas tradicionales y a descubrir en la obra un sentido con el cual conectar, o no; están por otro lado los que defienden las virtudes de las producciones que el mundo ha visto a partir de los 60's, una metamorfosis de la plástica incomprensible para muchos, en la que pareciera que ya ni siquiera importa la obra en sí y que se la pasa rebasando los límites de la concepción humana a niveles desquiciantes.


En medio de esa batalla de concepciones artísticas uno ya no sabe ni para dónde moverse, e ir a un museo te llena de incertidumbre porque no sabes si estarás listo para entender las obras, y lejos de salir con tu almita nutrida de experiencias estéticas que adaptas a tu experiencia cual si fueran canciones populares, sales quizá con una culpa de no haber comprendido nada, pensando que mejor hubieras ido al cine, y ni ganas te quedan de volver.

Para tener una mejor experiencia cuando alguien te invite a ver arte contemporáneo aquí tienes 10 consejos que te ayudarán a apreciar las obras que veas, ya sean pintura, escultura, performance, happening, hibrid show, shoking orgy, o whatever; y ya si en serio es muy imposible porque el artista trae un rollo muy pirado, también te diré qué hacer:

1. ¿Quién hizo esto?


Hace medio siglo estar frente a una obra de arte era casi como ir hoy a un concierto y querer tocar la mano de tu ídolo, te emocionaba estar frente a un cuadro del gran Dalí, aunque fuera un bocetito, o ver una escultura de Miguel Ángel e imaginar a ese genio trabajando esa piedra; casi tenía un halo de divinidad la obra, como si fuera una reliquia que produjo alguien de otro mundo... Hoy ya puedes o no asomarte a la placa, seguro es un austriaco tipo Rejane Crescendi o algo así, un simple hipster que está haciendo su lucha por codearse y escalar en las galerías. No importa quién creó la obra porque ya no sigue vigente el mito del artista como un genio que ha creado una obra irremplazable y sagrada, así que ni lo preguntes.

2. ¡Yo pude haberlo hecho!


Como el arte ya es todo menos forzosamente excepcional, ya no se necesita quemarse las pestañas y desarrollar una paciencia de acero para dar fin a una obra maestra que nadie más podría hacer; el trabajo es tan la vieja escuela, lo de hoy es cruzar fronteras con ideas que pueden materializarse en cualquier instante, por eso hay técnicas que fabrican los trabajos en serie, y a veces no importa tanto el resultado sino el proceso con el que se desarrolló, y a veces el concepto que representa, aunque puede que ese significado ni siquiera existe, y si te lo dice el artista parezca un pretexto improvisado, o tú mismo puedas inventarle uno, y aún más, quizá tú puedas crear además de un significado, toda una obra, y si no tú, hasta tu sobrinito! El consejo aquí es que, la próxima vez que se te ocurra hacer algo loco, lo hagas, porque la obra que tienes en frente sí pudiste haberla hecho tú, pero no lo hiciste.

 3. Toca, juega y aprende

Hacer esas cosas ya no sólo es posible en un museo interactivo para niños, los artistas suplen el no poder hacer algo colosal y único ellos mismos, con la invitación de que tú, que ni idea tienes del arte, colabores para que, si al menos no lo admiras, al menos te entretengas, casi como si fuera un parque de diversiones para gente "culta". El consejo es, pues ya pagaste, o ya estás ahí, diviértete.

4. ¿Y con eso cómo te sientes?


Una característica que comparten muchas obras de arte contemporáneo es la neutralidad, te presentan algunos elementos de peculiar apariencia y disposición, con un título que parece que el artista salió y le dijo a un borracho "dime la primera frase que se te venga a la mente", y entonces ya tienes algo que puede significar cualquier cosa, eso que tú pienses terminará de darle valor a las cirquerías que presencias, como público tienes un papel muy importante, y puedes incluso participar en la obra, ser parte de ella.

5. Todo me parece bonito


Si el arte antiguamente estaba importado del monte olimpo, el arte contemporáneo lo saca del mundo cotidiano, tomando objetos banales y bizarros, a veces con un tratamiento y otras ya muy cínicamente colocándolo en un pedestal tal cual, evitando tener que trabajar para ser un artista. Se pretende que veas más allá de las cosas que por lo regular no te dicen gran cosa, y ahí se pretende que esté la profundidad, y el valor, lo bonito.

6. Es el más dulce recuerdo de mi vida...


Se te recomienda que cuando te enfrentes a una obra tengas la mente despejada y el alma tranquila, pues estás por vivir experiencias irrepetibles; aquí lo excepcional no es la obra, sino ese momento que te transformará la visión del mundo... aunque en un primer momento no entiendas cómo esa instalación en un espacio público lo va a lograr; y pues ya, si no estás construyendo ese bonito momento siempre tendrás la culpa por no abrir tus sentidos y el baúl de tus experiencias.

7. De chile, mole y pozole


Prepárate para ser agasajado de diversas maneras, como el artista no ha logrado que lo que te presenta ante la vista sea suficiente, seguro te va a venir con un rollo interdisciplinario de técnica mixta muy cañón en el que convergen música, luces, texturas que te tocarán, igual y te vendan los ojos, o llega el artista y te sopla en la nuca, tú relájate porque mientras más sentidos atrape una obra más poderosa será.

8. ¿Qué es eclecticismo?


Básicamente es la técnica principal que usa el arte contemporáneo, si antes eran "fundido en vidrio/al temple/óleo/acrílico/grabado", ahora el artista hará un mix de elementos, combinando soportes, técnicas, inspiraciones de una época y de otra, estilos y hasta medios de difusión; eso es eclecticismo, que significa escoger diversas materias de trabajo y conciliarlas en el resultado final.

9. ¿Cuál es la realidad?


Esa es la principal característica del arte contemporáneo y si ya vas a estar frente a este tipo de producciones, mínimo aprovecha lo bueno que pueda tener tal obra que "cualquiera pudo haber realizado"; critica el mérito del artista, pero también cuestiónate otras cosas, como el lenguaje que emplea, el contexto de la obra, del artista y el tuyo; ya no tenemos un genio que haga el trabajo por nosotros, aquí tenemos una invitación a abrir nuestros sentidos y nuestra mente, es como un juego interactivo, no lo olvides, y mientras más rica sea tu cultura más rica será tu experiencia.

10. Sé tolerante

Sí hay mucho timador que tiene el nombre que tiene en el mundo del arte por saber codearse con los promotores, dueños de galerías, que viven de becas que por sus palancas les es fácil conseguir y que a la mera hora se las arreglan para justificar que sus actos y obras súper equis son algo muy fabuloso que si no te gusta es porque no entiendes; tú deberás saber distinguir cuándo el individuo hizo el intento de conceptualizar alguna entidad humana para que un público la recibiera y la adaptara a su vida, y cuándo intenta vernos la cara. Pero no te dejes, tú eres el público y tú eres quien debería decir si tal obra es buena o no, ni que estuviera hecha para los críticos y promotores, y si está hecha para que sólo al artista le encante, pues déjalo con sus autocomplacencias y busca la belleza y la inteligencia, que es lo que todos esperan encontrar en una experiencia artística. 

Aún así, también no te pases, y no porque la obra no sea lo que esperas digas que no vale nada, date la oportunidad de ver qué tiene para aportar a tu momento de contemplación e interacción, y quizá descubras que te encanta el arte contemporáneo.

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